A lo largo de 12 semanas, los expertos observaron la presencia de microorganismos en seis baños de tres centros de salud en Italia, Francia y Reino Unido (dos por cada hospital): un aseo equipado con secador de manos eléctrico y otro con dispensador de toallas de papel.
Tras analizar muestras de los lavabos, del aire y del piso, los científicos encontraron que las bacterias se encontraban más dispersas en los baños que contaban con secadores eléctricos, por lo que determinaron que la corriente les ayudaba a propagarse.
Así entonces, los centros sanitarios con secadores de manos eléctricos registraron mayor riesgo de infección con las siguientes cepas:
- ‘Enterococci’, causante de infecciones de complicado tratamiento que pueden afectar a pacientes con deficiencia inmunológica.
- Estafilococo dorado (‘Staphylococcus aureus’), responsable de ocasionar desde heridas e infecciones leves en la piel hasta septicemias potencialmente mortíferas.
- Otras enterobacterias (incluida la ‘Escherichia coli’) responsables de neumonía, gastroenteritis, entre otras infecciones.
fuente: https://www.grandesmedios.com/
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