Seguro que la primera alternativa que te viene a la mente es venderlo. Ese es quizá el mejor uso, al menos el más lucrativo, que le podrías dar a tu teléfono inteligente que acabas de cambiar por otro más moderno y probablemente más grande.
Aunque también lo podrías donar a alguien que lo necesite más que tú, como algún familiar o amigo.
Aunque también lo podrías donar a alguien que lo necesite más que tú, como algún familiar o amigo.